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Dieta de la Bella Durmiente

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Con un nombre atractivo que recuerda a las dietas de moda que prometen remedios milagrosos para la pérdida de peso, así surgió la dieta de la bella durmiente conocida también por dieta de la almohada, bajo la sustentación de que si dormir poco aumenta de peso, dormir de más “haría” perder peso.

La dieta de la bella durmiente o de la almohada, de origen incierto, pues ningún autor se ha hecho responsable por tal hipótesis, no busca introducir ninguna modificación en el régimen alimentario, así como tampoco cobra de sus seguidores una rutina de ejercicio, simplemente les exige dormir más, con una teoría básica de que si estamos menos tiempo despiertos, la sensación de hambre que sentiremos es menor, y comeremos menos, todo lo que llevaría a perder peso.

Sin embargo esta idea de dieta de la bella durmiente va más allá de solo dormir más para comer menos. Un adulto promedio diariamente duerme entre 6 y 8 horas, con la dieta de la almohada debe dormir más de 12 horas, incluso hasta 15, 19, y 20 horas, para evitar o saltarse las comidas. Aunque para unos sería maravilloso quedarse todo el día en cama, no es tarea sencilla.

El ciclo de vigilia- sueño del organismo es dirigido por hormonas que se secretan de acuerdo a diversos estímulos en el día, los cuales hacen que de día estemos en alerta o despiertos, y de noche sintamos sueño.

Para lograr el propósito de dormir más para comer menos, la dieta de la bella durmiente recurre a fármacos como ansiolíticos y sedantes para inducir el sueño. Los que defienden este estilo de adelgazar se fundamentan en que la obesidad y la compulsión alimentaria cursan con estados de ansiedad, para los cuales podrían indicarse estas medicaciones.

No obstante, como se puede deducir, el consumo de estos fármacos para inducir el sueño se acompaña de innumerables efectos adversos, tales como somnolencia, mareos, desorientación, menor atención, fallas en la memoria de trabajo, que van a comprometer el desempeño de la persona en su día a día.

Desde el punto de vista metabólico, largos períodos de ayuno inducen al cuerpo a entrar en modo de inanición, donde el metabolismo se enlentece para tratar de reducir al máximo sus gastos energéticos, en consecuencia no se quema grasa y sí se mantienen las reservas.

A pesar de todos estos puntos en contra, la dieta de la bella durmiente se ha hecho muy famosa gracias a los medios de comunicación que le han dado publicidad para que las personas desesperadas por un método para adelgazar la adopten. Curiosamente son las adolescentes las que más se avocan a practicar este tipo de dieta.

¿Cómo hacer la dieta de la almohada?

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BÁSICAMENTE, ¡ES DORMIR MÁS DE LO QUE ESTÁS DESPIERTO!

Algunas consideraciones:

  • No es una verdadera dieta puesto que no introduce ningún plan de modificación en la alimentación.
  • Podría decirse que es una estrategia conductual que se basa en dormir más para comer menos.
  • Las horas de sueño pueden extenderse mucho más de las 8 horas habituales, incluso llegando a las 20 horas, con ayunos sumamente prolongados y perjudiciales.
  • Para conseguir aumentar las horas de sueño puede recurrir a fármacos sedantes, los cuales no están exentos de efectos secundarios.
  • No existe un tiempo demarcado o recomendado para esta dieta.

Beneficios y desventajas:

Parece una salida fácil, mágica, rápida y hasta cómoda. No cambiar nada en la comida, no hacer ejercicio, simplemente dormir más y saltarse las refecciones. Pero, perder peso y mantener la salud, no es así de simple.

Esta dieta somete al cuerpo a periodos de ayuno prolongado que pueden llevar al metabolismo al modo de inanición en cuyo caso se enlentecen las reacciones del cuerpo en lugar de mejorarse.

Por otro lado, el consumo de fármacos para dormir es totalmente desaconsejable, más aun si no existe una razón médica definida para tal tratamiento. Estos fármacos son causa frecuente de adicción y conllevan a incontables efectos adversos. De modo que este régimen de dieta es totalmente desaconsejable.

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